codo de tenista

El Codo de Tenista (Epicondilitis): Cómo prevenirla y tratarla

La epicondilitis, también conocida como codo de tenista, es una afección muy común que no solo afecta a deportistas de raqueta, cualquier persona la puede sufrir en algún momento de su vida y aparece como consecuencia de una sobresolicitación de la musculatura del antebrazo.

Actualmente llamamos a ésta afección “epicondilalgia” o “tendinosis epicondílea” ya que no se trata de una inflamación verdadera sino de una degeneración del tendón que se inserta en la cara externa del codo.

¿Cuáles son sus síntomas?

Presenta unos signos y síntomas característicos según la gravedad de la afectación como son:

  1. Dolor cara externa del antebrazo en los movimientos del codo y/o muñeca o a la presión sobre la zona afectada.
  2. Molestias al levantar un objeto como un vaso, una jarra incluso con la simple acción de estrechar la mano.

¿Qué factores favorecen la aparición del codo de tenista?

Existen muchos factores que pueden incidir y favorecer el codo de tenista, a continuación describimos los que se consideran más habituales.

  • Profesiones o actividades que abusen de los movimientos repetitivos generando microtraumatismos de repetición.
  • Estar dentro del grupo de edad de los 40 a los 60 años aproximadamente.
  • Presentar una rigidez previa del codo que derive en una disminución en la extensión del mismo. Esto genera unos desajustes mecánicos de manera que se provocan esfuerzos mal dosificados y tracciones bruscas sobre el antebrazo provocando variaciones de posición de la cabeza radial.
  • En algunos casos ésta rigidez puede proceder de una mala sinergia en los movimientos de la cadena cinética del miembro superior. Habitualmente en las actividades de la vida diaria los movimientos del codo son de 30º a 135º de flexión y unos 50º de pronosupinación. Si en estos movimientos rutinarios se presenta una restricción en el patrón cinético acabará apareciendo un “stress” tendino-muscular que puede derivar en la temida “epicondilitis”.

 

De todos es conocido que el tenis es el deporte donde más casos de ésta lesión se presentan

Sin embargo, nuestro compañero Luís Badal, fisioterapeuta de Ergodinámica clínica Barcelona, de la Real Federación Española de Tenis y del Equipo Español de Copa Davis desde 2007, comenta que en todos sus años como fisioterapeuta en el tenis de alta competición ha visto muy pocos casos de “epicondilitis” en el jugador profesional.

Es quizás en la práctica amateur donde realmente se dan el mayor número de casos y algunos de ellos de difícil solución. La explicación se puede encontrar en que el jugador profesional utiliza materiales adecuados y personalizados al perfil de juego, minucioso control en las tensiones de los cordajes, preparación física óptima, la técnica del golpeo es casi perfecta en todas sus vertientes y realizan un trabajo pre y post esfuerzo dentro de los parámetros adecuados.

Así mismo estamos observando en los últimos tiempos un discreto repunte en las lesiones de codo quizás debido al aumento de las horas de entrenamiento y al cambio continuado de las bolas de juego que varían de dureza provocando serios problemas en los jugadores.

Hay que tener en cuenta que las fuerzas excéntricas a las que se somete el tendón en el momento del golpeo de la bola repercuten directamente sobre la inserción tendinosa.

¿Cómo podemos prevenirlo?

Algunos consejos básicos para prevenir la epicondilitis son:

  1. Realizar un buen calentamiento previo a la actividad física mediante movimientos activos de la muñeca y el codo (con o sin resistencia)
  2. Realizar un discreto masaje de precalentamiento de toda la musculatura del antebrazo.
  3. Tras el ejercicio realizar estiramientos musculares específicos en la zona
  4. En el caso de notar molestias tras la actividad física, aplicar hielo en la zona afectada para disminuir el proceso inflamatorio miotendinoso que pudiera aparecer.

¿Cuál es su tratamiento?

A continuación resumiremos los protocolos simplificados que utilizamos en Ergodinámica Clínica para la recuperación integral del paciente que sufre de codo de tenista.

  1. En primera instancia realizamos una valoración exacta de la lesión y la diferenciamos de otras posibles afectaciones como disfunciones cervicales (C5-C6),compresión del Nervio Radial, artrosis humero-radial, calcificaciones etc.
  2. A continuación buscamos el equilibrio y normalización biomecánica para generar un estado óptimo de la cadena cinética de la extremidad superior.
  3. Realizamos maniobras osteopáticas de corrección mecánica local y de posibles estructuras implicadas como columna cervical y hombros.
  4. Trabajo antiinflamatorio y/o regenerativo de la estructura miotendinosa mediante todas las técnicas manuales y aparatología más avanzada como punción seca, diatérmia, ondas de choque, láser de alta frecuencia etc.
  5. Reestablecimiento de la elasticidad y equilibrio muscular mediante técnicas adaptadas de estiramientos y refuerzo muscular. Ésta última fase en numerosas ocasiones es compartida y finalizada por nuestro readaptador que asegurará una óptima vuelta a la actividad en las mejores garantías posibles.