05 Nov Marcha Nórdica – Nordic Walking | Conoce cuáles son sus beneficios
¿Qué es el Nordic Walking o Marcha Nórdica?
El Nordic Walking o Marcha Nórdica es una actividad física que consiste en caminar de manera natural, pero con la ayuda e impulso de dos bastones similares a los utilizados en el esquí que nos ayudan a distribuir la fuerza empleada.
El gran auge que está viviendo este deporte en centro Europa y en los países nórdicos no se basa solamente en la mejora de la condición física, sino que se debe principalmente a la mejora de la salud.
Beneficios de la Marcha Nórdica
La práctica del Nordic Walking aporta numerosos beneficios tanto a nivel cardiovascular como a nivel del aparato locomotor, lo que ayuda disminuir la cantidad de patologías que pueden aparecer en la tercera edad.
Como hemos comentado y a diferencia del caminar tradicional, el Nordic Walking se practica con dos bastones, lo que implica un aumento de la masa muscular en actividad al mismo tiempo que mejora la coordinación, la capacidad motora y también el balanceo-equilibrio. Si además también tenemos en cuenta la disminución del impacto articular de las articulaciones del tren inferior y las mejoras a nivel cardiovascular, proporcionan un potencial de salud estadísticamente significativo, tal como destacan estudios del departamento médico de la Universidad OULU en Finlandia.
Algunos estudios hablan de una mejora de hasta un 19% en personas no entrenadas. Por otro lado, existe una mejoría de prestaciones en los grupos musculares del tronco y tren superior, que inducen a presentar un mayor gasto energético. Es decir, el corazón trabaja a mayor intensidad, el gasto cardíaco puede llegar a ser hasta un 22% superior y la frecuencia cardiaca hasta un 16% mayor que caminando a la misma velocidad sin bastones. Todo ello sin la necesidad de correr, sino más bien todo lo contrario, caminando más despacio de la velocidad propia del caminar sin bastones. Un estudio de la universidad de Wisconsin, determinó que estas adaptaciones funcionales se alcanzaban a una velocidad de 0.3 km/h menor que al caminar sin bastones.
Todos estos aspectos son de una relevancia digna de destacar, sobretodo para personas que se hallan en proceso de rehabilitación cardiovascular, ya que en muchas ocasiones con el solo hecho de caminar de forma tradicional, no alcanzan la intensidad fisiológica que requiere la mejora de la capacidad funcional cardiaca. En estas personas, se ha observado una mejora del pulso de oxígeno, parámetro que se utiliza en la rehabilitación cardiovascular que indica la cantidad de sangre que puede impulsar el corazón en cada latido.
Otro beneficio que no podemos obviar, y que comprobamos en la prueba piloto que realizamos con registros electromiográficos, es la excelente redistribución de la fuerza del impulso entre los diferentes grupos musculares del tren superior. Esta redistribución se produce en beneficio de los músculos de la espalda, evitando trastornos músculo-esqueléticos de la zona del cuello-hombro, muy de moda hoy en día por culpa de adoptar posiciones rígidas y tensas durante mucho tiempo, como por ejemplo el trabajo con ordenador y que podrían llegar a ser incapacitantes.
Así pues el Nordic Walking es una actividad deportiva que, igual que en otros deportes, requiere de un aprendizaje por monitores especializados, y es el claro ejemplo de la mejora de la salud a través de la “educación por el movimiento”.
La Técnica de la Marcha Nórdica
La aplicación de una técnica correcta es muy importante para obtener los beneficios descritos en el apartado anterior sin correr el riesgo de lesionarnos.
Actualmente existen 3 técnicas para su práctica, pero en este artículo nos centraremos en las 2 más utilizadas:
Método de los 10 pasos
La Metodología de los 10 pasos, también conocida como INWA defiende los siguientes conceptos: caminar natural y correctamente, con una postura y alineación del cuerpo correcta manteniendo la estabilidad central. El uso activo de los músculos de la espalda y el abdomen y el uso adecuado de la técnica específica de los palos con una técnica parecida a la del esquí de fondo.
ALFA-247
Avalada por la federación INFO
La técnica ALFA-247 es una de las técnicas consideradas más saludables y también una de las más utilizadas por sus practicantes. Ha sido examinada en numerosos estudios científicos que han permitido su continuo desarrollo.
Sus siglas definen las características de los movimientos y ritmos de los pasos, así como a la especificación de la postura y ángulos que se forman durante toda la actividad.
A Significa andar derecho. L brazos Largos. F Formar un triángulo con el bastón y la otra A Adecuar del paso.
Historia
La marcha nórdica se originó en Finlandia en los años 30 de la mano del equipo nacional de esquí nórdico, que durante los meses de verano realizaba sus entrenamientos (caminar y correr) con los bastones para así simular la práctica del esquí nórdico y no perder técnica ni resistencia aeróbica.
Tras los esquiadores nórdicos, en la década de los 60 aparecen los primeros casos documentados de marcha nòrdica fuera del ámbito deportivo. Leena Jääskeläinen, profesora de educación física se da cuenta de los numerosos beneficios de su práctica lo introduce primero en una escuela de Helsinki y posteriormente en la Universidad de Jyväskylä (Finlandia).
Más adelante, a finales de los años 80 se celebran las primeras marchas nórdicas públicas en Finlandia organizadas por Tuomo Jantunen, director del Instituto Finlandés de Deporte y Actividades Recreativas.
En los 90 se realizan en Finlándia las primeras investigaciones científicas y tests sobre los efectos beneficiosos para la salud de la Marcha Nórdica. Unos años más tarde las universidades de Wisconsin y Michigan en EEUU también realizaron sus respectivos estudios sobre los beneficios de la Marcha Nórdica.
Ya en los años 90 el Instituto Finlandés de Deporte y la marca comercial nórdica EXEL proponen el nombre de ‘Nordic Walking’ para su uso internacional, traduciéndose en España como Marcha Nórdica y en el 97 se comercializan el primer par de bastones fabricados específicamente para la práctica de la marcha nórdica.
Como habéis podido comprobar, la Marcha Nórdica es un deporte que aporta gran cantidad de beneficios para la salud y además no entiende de edad, cualquiera puede practicarlo. Solamente hacen falta un par de bastones, unas zapatillas para andar, un poquito de técnica y ganas de disfrutar de la naturaleza.
Esperamos que este artículo ayude a despejar algunas dudas respecto a ésta práctica deportiva y a la vez os animamos a probarla.
¡Nos os arrepentiréis!
Escrito por:
Dr. Daniel Brotons (Médico especializado en Medicina Deportiva)