Prueba de esfuerzo

prueba de esfuerzo con gases

La prueba de esfuerzo, también conocida como ergometría, es una prueba que toda persona que practique actividad física, independientemente del deporte que practique y de su nivel,  debería realizarse por lo menos una vez cada cierto tiempo.

 

También es muy importante realizar una prueba de esfuerzo en todas aquellas personas que están realizando rehabilitación cardiovascular, para asegurar la buena evolución de su proceso.

 

 

¿En qué consiste la prueba de esfuerzo?

 

Antes de empezar la prueba realizamos una entrevista con el paciente para valorar su historial clínico y deportivo. Acto seguido medimos los niveles de saturación de oxígeno y la tensión arterial en reposo y colocamos una serie de electrodos rodeando el corazón por sus diversas caras para monitorizar su actividad cardíaca durante la prueba mediante un electrocardiograma.

 

Es posible realizar la prueba en tapiz (cinta de correr) o sobre bicicleta estática. En función del deporte que practique el paciente o sus necesidades nos decantaremos por una u otra.

 

Para deportistas de alto rendimiento recomendamos realizarla sobre cinta de correr, ya que con ella conseguimos llegar a una frecuencia cardiaca más alta.

 

La prueba tiene una duración de 15-20 min aprox., si bien depende del protocolo que decidamos aplicar. Empezaremos con una intensidad suave que que iremos incrementando progresivamente cada cierto tiempo para ver cómo reacciona el corazón hasta llegar al esfuerzo máximo o frecuencia cardíaca máxima.

 

 

Prueba de esfuerzo convencional

 

Incluye:

 

  • Entrevista con el paciente para valorar su historial clínico y deportivo
  • Exploración física y cardiorrespiratoria
  • Electrocardiograma en reposo y esfuerzo
  • Informe médico personalizado
  • Certificado médico deportivo específico para la práctica de deportes federados y/o pruebas específicas (bajo solicitud)

 

 

Prueba de esfuerzo con análisis de gases

 

En la prueba de esfuerzo con gases colocamos al paciente una mascarilla que nos permite analizar la respiración (oxígeno inspirado y CO2 expulsado así como la cantidad de aire movilizado).

 

Incluye:

 

  • Entrevista con el paciente para valorar su historial clínico y deportivo
  • Exploración física y cardiorrespiratoria
  • Electrocardiograma en reposo y esfuerzo
  • Informe médico personalizado
  • Certificado médico deportivo específico para la práctica de deportes federados y/o pruebas específicas (bajo solicitud)
  • Parámetros cardiorrespiratorios y metabólicos

 

La prueba de esfuerzo con gases nos proporciona además información fisiológica adicional que podremos utilizar para preparar nuestras sesiones de entrenamiento.

 

 

Frecuencia cardíaca máxima

Gracias a ella podemos calcular las cargas de entreno en % de pulsaciones o saber a qué velocidad alcanzaremos nuestra frecuencia máxima en carrera.

 

VO2 max

Consumo máximo de oxígeno que nuestro cuerpo puede procesar. Cuanto mayor es el volumen, mayor capacidad de resistencia física a esfuerzos de larga duración . Gracias a este dato podremos conocer nuestro nivel de resistencia aeróbica.

 

Umbral aeróbico (VTh1)

Proporciona información como el número de pulsaciones por minuto y la velocidad que utilizamos a partir de la cual se comienzan a producir cambios en nuestro cuerpo. Por debajo de estos niveles de intensidad no generamos ninguna mejora en nuestro rendimiento. Para que lo entendáis mejor, es la velocidad con la que nos sentimos cómodos entrenando y con la que podemos aguantar mucho tiempo.

 

Umbral anaeróbico (VTh2)

Punto en el cual el aporte de oxígeno empieza a ser insuficiente en relación a su demanda y empezamos a notar la fatiga y aumentar el ácido láctico en nuestro cuerpo. Las pulsaciones estarán entre el 80 – 85% de nuestra frecuencia cardíaca máxima, si bien depende de la forma física que presentamos.

 

Gracias a estos datos, podemos hacer una aproximación sobre a qué velocidad máxima podemos correr sin acumular fatiga, o a partir de que ritmos empiezan los entrenamientos de calidad.

 

VE (Ventilación máxima L/MIN)

Se trata de la cantidad de aire movilizado durante el esfuerzo máximo, que nos dará una idea de la capacidad pulmonar que disponemos.

 

Acido láctico

Mediante pequeño pinchazo en lóbulo de oreja o yema del dedo, podemos determinar el ácido láctico, para saber el grado de acidez de nuestro organismo en función de la intensidad de trabajo. Se trata de un dato muy importante para poder analizarlo conjuntamente con el entrenador o el propio deportista, para adecuar perfectamente las cargas de entrenamiento en función de los objetivos establecidos.

 

Velocidad máxima (KM/H) en cinta O potencia máxima (vatios) en bicicleta

Se trata de valorar la carga máxima realizada, que nos dará una idea de su condición física tanto desde el punto de vista cardiovascular como muscular.

 

 

¿Cuál es su objetivo?

 

El objetivo de la prueba de esfuerzo es principalmente clínico, es decir, es el de valorar la respuesta del corazón cuando lo sometemos a esfuerzos importantes e incluso máximos (sobre las 170-190 pulsaciones/minuto).  Ver que todo funciona correctamente, que no existen alteraciones a nivel cardiovascular que pudieran condicionar la práctica deportiva, o implicar riesgo cardiovascular, y en el caso que existieran solucionarlas.

 

Otro de los objetivos de la prueba de esfuerzo es el fisiológico, es decir, conocer la capacidad que tiene el deportista para realizar ejercicio y conocer sus características a nivel fisiológico, pues no todas las personas son iguales. De este modo podemos adecuar el nivel, intensidad y la carga de entrenamiento en función de los resultados obtenidos en la prueba que nos permitan conseguir una mejora en el rendimiento deportivo.

 

 

¿Por qué es importante hacerse una prueba de esfuerzo?

 

Por todos son conocidos los beneficios que la actividad física aporta a nuestra salud, tanto física como psicológica. Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, nos ayuda a controlar nuestro peso, a fortalecer los huesos y músculos, mejorar nuestro estado de ánimo, reducir el estrés… y otros beneficios que hacen de la actividad física una práctica casi obligatoria en nuestra rutina.

 

Pero tan importante como realizar actividad física es realizarla de manera segura, ya que de nada nos servirá practicar deporte si con ello ponemos en riesgo nuestra salud. Gracias a la prueba de esfuerzo, es posible detectar síntomas o patologías que no aparecen en condiciones de reposo.

 

Así pues la prueba de esfuerzo, es un acto médico de suma importancia tanto desde el punto de vista CLÍNICO como FISIOLÓGICO, para poder minimizar los riesgos cardiovasculares y obtener parámetros para aplicar en el entrenamiento. Tanto el protocolo, como el tipo de ergómetro a utilizar, lo determinaremos en función de la entrevista previa que realizaremos.

 

Cómo acudir a la prueba de esfuerzo

 

Será necesario traer ropa de deporte cómoda (preferiblemente transpirable) así como calzado deportivo.

No es recomendable realizar la prueba de esfuerzo tras haber realizado un entrenamiento ni justo después de una comida.

Disponible en

Ergodinámica clínica Barcelona
Ps. de la Bonanova, 88
Ergodinámica clínica Córdoba
C/ Acera de guerrita, 2

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