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Cómo prevenir y tratar la Tendinitis Aquílea

La tendinitis aquílea es la inflamación del tendón de Aquiles provocada generalmente por una excesiva exigencia en el ejercicio físico. Por ello es recomendable adecuar la carga de ejercicio que realizamos de acuerdo con nuestra condición física.

En el caso de volver a realizar ejercicio tras tras un largo periodo de inactividad o sedentarismo, como por ejemplo el confinamiento, es importante que no retomemos los entrenos con las misma intensidad que antes ya que de lo contrario corremos el riesgo de lesionarnos. Lo ideal es empezar con un ritmo de entreno muy suave e ir incrementando su intensidad paulatinamente conforme nuestra musculatura va cogiendo otra vez el tono.

El tendón de Aquiles puede suponer un punto débil para todos aquellos deportistas -profesionales u ocasionales- cuyas modalidades someten a este tejido a un impacto constante y unos gestos repetitivos, especialmente los atletas y corredores.

Por suerte para ellos, la tendinitis del tendón de Aquiles (o Tendinitis Aquílea) tiene –a pesar de sus molestias y dolores de considerable intensidad- tratamiento y también puede prevenirse de forma relativamente sencilla, al contrario que el trágico final que supuso para el héroe griego que le dio su nombre.

A continuación descubriremos qué causa esta lesión, cuáles son sus síntomas y cómo se puede prevenir y tratar en función de la gravedad de la misma:

¿Qué es la tendinitis aquílea?

En primer lugar, el tendón de Aquiles es el responsable de la unión de la pantorilla y el talón (se encuentra detrás del tobillo), lo que le hace uno de los principales responsables de poder caminar y levantar los pies del suelo.

La inflamación de este tendón suele tener una naturaleza transitoria pero si no se trata de forma adecuada puede derivar en tendinosis, esto es la degeneración del tendón, lo que podría provocar desgarros o incluso la ruptura del mismo.

Síntomas y causas

Para evitar que se agrave, es importante diagnosticar rápidamente esta lesión, lo que nos lleva a definir los principales síntomas:

  • Dolor intenso a lo largo de todo el tendón (talón, tobillo y zona baja de la pantorrilla). Es más común al levantarse, tras un largo descanso o al aumentar la actividad física.
  • El dolor puede llevar a la rigidez del tendón y mayor sensibilidad al tacto, especialmente en los laterales del mismo (más que en la zona posterior)
  • Si existe tendinosis, el tendón puede presentar alargamiento o nódulos.

Como muchas otras lesiones, la principal causa de una tendinitis Aquílea es la excesiva exigencia, normalmente generada por deportes que implican un impacto repetitivo sobre el tendón, generando una sobrecarga. Esta lesión también puede ser provocada por:

  • Incrementar la intensidad o la cantidad de un ejercicio
  • No realizar estiramientos previos a la actividad física
  • Practicar ejercicio y hacer deporte sobre superficies duras
  • Calzado inapropiado
  • Pisada inadecuada, especialmente la pronación excesiva o los pies planos
  • En pacientes de avanzada edad, la artritis o espolones

Tratamiento y prevención

En función de la gravedad de la tendinitis, el tratamiento se puede dar en 2 fases:

  • En etapas tempranas, donde generalmente la inflamación se produce de forma repentina, se recomienda encarecidamente el reposo de la articulación y la aplicación de Más adelante, si los síntomas persisten, se hablaría de inmovilización de la zona, la prescripción de antiinflamatorios y terapia física, es decir, ejercicios de fortalecimiento, movilización, etc. que normalmente llevará a cabo un fisioterapeuta. Esta etapa puede prolongarse entre 2 y 3 meses.

El cambio de hábitos en la actividad física (reducir la intensidad, practicar otros deportes) y optar por superficies más suaves, pueden calmar considerablemente el dolor. Habitualmente se recomienda también un cambio en el calzado o el uso de plantillas personalizadas que ayuden a levantar el talón y reducir la tensión al correr o caminar.

  • Si todos estos métodos no remiten la inflamación ni el dolor en la zona, la fase final sería el tratamiento quirúrgico prescrito por un especialista en base a las condiciones del paciente (estado de la lesión, edad, nivel de actividad física, etc.)

 

Como se ha comentado, el calzado inadecuado o las patologías de la pisada son algunas de las causas de esta lesión. Por ello, el papel que tiene el estudio biomecánico de la marcha y la prescripción, si es necesario, de plantillas personalizadas es vital para prevenir la tendinitis Aquílea.

 

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