03 Mar Tendinitis rotuliana: Causas, prevención y tratamiento
¿Qué es la tendinitis rotuliana?
La tendinitis rotuliana es una lesión muy común entre los corredores que afecta al tendón rotuliano, el cual conecta la parte inferior de la rótula con la tibia.
Este tendón es crucial para la función del cuádriceps, el grupo muscular que hay en la parte frontal del muslo y que permite la extensión de la pierna. El uso excesivo y/o a la sobrecarga repetida de este tendón puede provocar que se irrite, inflame o se rompa parcialmente desencadenando así en una tendinitis rotuliana.
No es una patología exclusiva del running, pues también se la conoce como “rodilla del futbolista” o “rodilla del saltador”.
Básicamente se trata de una lesión propensa en deportistas cuyas modalidades implican un alto grado de impacto en las rodillas, ya sea mediante saltos, carreras o cambios de ritmo y dirección agresivos.
Algunos ejemplos de deportes que pueden provocar tendinitis rotuliana son: fútbol, tennis, pádel, baloncesto, ciclismo o voleibol entre otros.
La actual tendencia por llevar un estilo de vida saludable ha incrementado el numero de personas que se lanzan a practicar deporte. El running es uno de los que ha ganado más adeptos durante los últimos años, es «fácil» de practicar, sin horarios y solo se necesitan un par de zapatillas deportivas para practicarlo, lo cual hace que muchas personas se lancen a correr sin tomar las medidas pertinentes, disparando así el número de lesiones derivadas de esta modalidad siendo la tendinitis rotuliana una de las más habituales.
Síntomas de la tendinitis rotuliana
La tendinitis rotuliana se puede detectar por la presencia de un dolor agudo y localizado en la parte interna de la rodilla, concretamente en la parte posterior de la rótula y el cuádriceps.
Inicialmente suele manifestarse como un dolor leve que aparece durante el transcurso de la actividad deportiva y que crece en intensidad durante el reposo y/o al realizar cualquier actividad cotidiana que implique la flexión de la rodilla, como por ejemplo agacharse o saltar.
También es habitual sentir cierta sensibilidad al tacto de la zona afectada debido a la inflamación del tendón y presentar rigidez y dificultades cuando estiramos y flexionamos las piernas.
Causas y factores de riesgo
La tendinitis rotuliana es causada habitualmente por repetidos microtraumatismos en la zona de la rodilla, aunque existen otros factores a considerar que pueden jugar un importante papel en la aparición de esta patología:
Técnica inadecuada y sobreentrenamiento
Una técnica incorrecta o los malos gestos en la realización de actividades deportivas puede aumentar el estrés sobre la rodilla. El entrenamiento excesivo sin el adecuado descanso también puede contribuir a la aparición de la lesión.
Desequilibrio muscular
Un desequilibrio entre los músculos del cuádriceps y los músculos isquiotibiales puede ejercer una presión adicional sobre el tendón rotuliano, aumentando el riesgo de lesión.
Falta de flexibilidad
La falta de flexibilidad en los músculos de la parte anterior del muslo (cuádriceps) o los músculos de la parte posterior del muslo (isquiotibiales) puede aumentar la tensión en el tendón rotuliano.
Debilidad muscular
La debilidad en los músculos de la pierna, en particular el cuádriceps, puede hacer que el tendón rotuliano tenga que trabajar más, lo que incrementa el riesgo de inflamación y daño.
Superficies duras
Realizar actividades físicas en superficies duras o no amortiguadas (como el cemento) puede aumentar el impacto en las rodillas, contribuyendo al desarrollo de la tendinitis.
Calzado inadecuado
El uso de calzado que no proporciona el soporte ni la amortiguación adecuada durante las actividades físicas puede contribuir al desarrollo de la tendinitis rotuliana.
Edad
Aunque puede afectar a personas de todas las edades, la tendinitis rotuliana es más común en adultos jóvenes que realizan deportes con mucha frecuencia.
Obesidad o sobrepeso
El exceso de peso añade carga adicional a las rodillas, lo que puede incrementar la tensión sobre el tendón rotuliano.
Factores anatómicos y/o congénitos
Algunas condiciones anatómicas, como el alineamiento incorrecto de las rodillas, pies planos o rótulas altas, pueden predisponer a una mayor tensión en el tendón rotuliano.
La causa de esta lesión también puede tener origen congénito, como puede ser por ejemplo la desviación de la rótula. En estos casos la solución más frecuente una vez producida la lesión es la cirugía.
Tratamiento y recuperación de la tendinitis rotuliana
En función de la gravedad de la lesión, el tratamiento puede variar. Generalmente, para los casos leves o moderados de tendinitis rotuliana, debería ser suficiente con guardar reposo, aplicar hielo en la zona para reducir el dolor y la inflamación y la aplicación de vendajes elásticos especiales.
La toma de medicamentos antiinflamatorios, la realización de masajes y ejercicios de rehabilitación para fortalecer la rodilla y músculos de los cuádriceps y pantorrilla también nos ayudarán a una mejor recuperación.
En los casos de mayor gravedad, como aquellos en los que hay rotura del tendón rotuliano, puede ser necesaria una intervención quirúrgica con el objetivo de aliviar la presión mediante pequeños cortes en los laterales del tendón o bien de extraer el tejido inflamado de la parte dañada del tendón.
En cuanto al tiempo de recuperación, no existe un tiempo medio general. Puede oscilar entre varias semanas o meses dependiendo de la persona, su estado físico y el daño sufrido en el tendón.
Cómo podemos prevenirla
Como ya hemos visto, existen múltiples causas de la tendinitis rotuliana como los problemas de origen congénito, errores a la hora de correr como malos gestos o el uso de calzado inadecuado entre otros.
Una de las mejores formas de prevenir algunas de estas causas es mediante un estudio biomecánico de la pisada. Esta prueba permite valorar si el paciente sufre de algun tipo de alteración o desajuste (tanto en extremidades inferiores como en la columna) y en el caso que así sea, corregirla mediante la recomendación de un calzado adecuado o la prescripción de plantillas correctoras.